Leer puede ser muy beneficioso para tu salud, sea cualquier tipo de cuento, mito, leyenda o historia, ampliará mucho tu concentración y vocabulario, además de que es un buen método para relajarse y pasar un buen rato en tranquilidad del estrés del día a día.
Además de que mediante la lectura de leyendas de un lugar, puedes aprender mucho de la cultura de ese sitio, esa época o el tipo de personas de las que se relata. Y no solo para los adultos, para los niños también puede ser bueno leer leyendas, ya que ayuda a impulsar su imaginación, su conocimiento y amor por la literatura.
Leyendas para leer cortas mexicanas
El colibrí
Esta leyenda de origen maya es muy conocida, se trata sobre el surgimiento del colibrí según las creencias mayas. Como se sabe, los dioses crearon a todos los animales y personas para tener una función específica, pero con el tiempo, se dieron cuenta de que faltaba algo importante, el animal que transportara las ideas de unos a otros, de una forma rápida.
A los dioses se les había agotado los materiales que utilizaron para crear a los seres vivos, como muchos saben, los dioses utilizaron barro y maíz para crear la vida, pero esta vez les quedaba solo una pequeña barra de jade, que lanzaron al aire y con un pequeño soplido le dieron vida.
De esto nació el colibrí, el encargado de dar los mensajes a los animales rápidamente.
El nahual
Los nahuales son seres míticos a los que los dioses se refieren como la capacidad de cambiar la forma de una persona a la de un animal. En México circulan muchas leyendas de brujería que hacen a algunas personas capaces de tomar la forma de animales.
De aquí nacen los nahuales, personas con capacidades sobre humanas de transformarse en cualquier animal que les llegue a la mente, que normalmente se ven en las noches y suelen atacar las haciendas para robar sus cultivos y pertenencias.
Leyendas para leer cortas infantiles
El hada del pino
La leyenda relata la historia de un viejo pino que se situaba cerca de la casa de un gruñón campesino egoísta. Dentro de este pino vivía un hada que solía transformarse en mendiga para ver la pureza del corazón de las personas; cada mañana el gruñón campesino pasaba por al lado de la mendiga, pero nunca le obsequiaba ni un pedazo de pan.
El campesino vivía con sus criadas y su familia, una de estas criadas se llamaba Adela, quien todas las noches salía de la casa para recostarse a ver las estrellas en el pino, también le daba comida a la mendiga y charlaba con ella. Un día el campesino fue a una fiesta donde comió hasta reventar, para llegar a su casa y encontrarse con un palacio en el lugar del pino, donde había otra fiesta.
Al entrar, las hadas que estaban dentro le ofrecieron más comida deliciosa al campesino, quien se acercó al banquete y tomó todas las delicias y las metió en su bolso. Al llegar a su casa, pretendía mostrar todo lo recolectado a su familia, pero su bolso estaba vacío, haciendo el ridículo en frente de su familia.
De la furia echó a Adela de la casa, quien fue muy triste a recostarse en su pino, pero se llevó una gran sorpresa, sus bolsillos estaban llenos de monedas de oro, y la mendiga convertida en hada le brindó una vida de felicidad para que no volviera a la casa del egoísta campesino.
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