Las leyendas y mitos del estado de Campeche se remontan a mucho tiempo atrás, la mayoría son de las épocas prehispánicas, y habrán varios también de la época moderna. Campeche es un estado muy cultural, por lo que en sus leyendas se refleja mucho el origen y tradiciones de este lugar.
Si alguna vez decides visitar este estado, es muy probable que algunas de las personas que residen allí te cuenten una de sus fabulosas leyendas, pero mientras tanto, te invitamos a leer las que preparamos para ti el día de hoy. ¡Veamos!
Leyendas de Campeche cortas
El Callejón del diablo
Para comenzar una leyenda corta y muy conocida de este lugar, todas las personas de allí recuerdan la historia de un hombre con el rostro deforme que se hacía pasar por el diablo en este callejón, además de ocultar su cuerpo con cartuchos de azufre para dar un aspecto más realista haciéndose pasar por el diablo.
Cualquier ciudadano de Campeche conoce esta historia que se daba en el callejón llamado San Martín y terminaba más allá de la zanja, ya que muchos fueron sorprendidos por este hombre en sus tiempos de espanto.
Actualmente muchos recuerdan el temor que tenían al pasar por este callejón, ya que muchos pasaban apresurados y otros lo evitaban para no ser asustados por el hombre disfrazado de diablo.
El Canancol
Por muchos años, los cultivos fueron protegidos por un ser misterioso y pequeño del que se hablan mucho, este era llamado como El Canancol, y era una creación humana y mágica.
Este muñeco era fabricado con el fin de proteger los cultivos y frutos ya listos de los malhechores que llegaban a robar el esfuerzo de los agricultores. Se dice que este muñeco en el día estaba totalmente inmóvil, pero no le impedía visualizar a quien llegara al terreno; y por las noches podía moverse con libertad para así asustar a los ladrones de cultivos.
La creación del muñeco era algo complicada, se tenía que conocer un hechicero para que le diera vida propia al Canancol, se fabricaba de granos, hojas cera y magia para que este se moviera, y una piedra en su mano para que se defienda, además para que el Canancol obedeciera a sus dueños se le tenía que dar un poco de sangre de su dueño.
La gruta
La leyenda se remonta a las épocas de los mayas, donde existió una pareja que se conformaba de un jefe guerrero de la tribu, y la hija de una habitante como las demás. En ese tiempo la ciudad padecía de sequías en sus 9 pozos, por lo que era común que le rezaran al Dios Chuac del agua y de la lluvia por que los ayudara.
El romance de la pareja duró poco, ya que cuando ambos se enamoraron, la madre se opuso de inmediato ya que no le agradaba el guerrero para nada, por lo que decidió esconder a su hija en un lugar donde nadie nunca la encontraría.
Su hombre muy preocupado ordenó a sus tropas salir a buscar a la doncella, quien estaba perdida y sin nadie que la rescatara. Al pasar al lado de una gruta, se pudo escuchar un llanto proveniente de esta. ¡Encontraron a la doncella!
La mujer estaba situada junto a 7 estanques rocosos, no muy lejos de la ciudad, por lo que el guerrero aparte de tener una vida muy feliz con su pareja por siempre, acabó con la sequía que padecía la ciudad en ese entonces.
Leyendas de Campeche La Novia del mar
Cuenta la leyenda que en la Ciudad de Campeche, hace muchos años atrás existió una bella joven que le encantaba mirar el mar en los atardeceres y amaneceres, tenía muchos pretendientes gracias a su belleza, su cabello rizado, sus ojos, y su mirada armoniosa.
Era muy difícil que cualquier hombre que la viera no se enamore de ella, ya que tenía todo y más. Ella solía ir a ver las olas y el mar todas las mañanas y tardes, dejando que las olas toquen su piel y que el viento sople su cabello; además le encantaba ver a los barcos zarpar y a los marineros que iban en ellos.
De alguna manera, el mar también quedó fascinado con la belleza y simpatía de la muchacha, tanto que terminó enamorándose cada vez que esta lo visitaba. Un día la chica logró ver a la distancia a un atractivo vigía de un barco y rápidamente se acercó a él cuando pudo para conocerlo. Y como era de esperarse, el hombre quedó profundamente enamorado de su mirada, y ella de la de él.
El mar celoso
Con el tiempo ambos comenzaron a salir, hasta que hicieron oficial su relación; pero esto tenía enfurecido al mar, ya que todos los días que pasaban la chica estaba con su amado, y no visitó más la playa. El mar no hallaba como desahogar sus celos, así que un día cuando la pareja estaba caminando por la playa, les arrojó una de sus más grandes olas, espantándolos enseguida.
Un día le llegó una noticia al hombre de su capitán, debían hacer un largo viaje a mar abierto, por lo que tendría que dejar a su amada sola, ella lo entendió y se despidieron con un profundo beso, que no sabían que era el último.
El mar estaba esperando a que el barco llegara lejos para así atacarlo con todas sus fuerzas, comenzó a enviar olas de diferentes direcciones con gran altitud, y una fuerte tormenta eléctrica que terminó hundiendo el barco, y todo por un solo tripulante de este.
Al ver que su amado no regresaba, la muchacha comenzó a maldecir el mar por haberle hecho algo a su novio, provocó un sentimiento de odio que el mar quería calmar con sus olas, pero esto era en vano. La chica esperó a su amado el resto de sus días, por lo que se creó un monumento en su honor en la ciudad de Campeche.
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